Lax Vox

En esta sección te cuento cómo uso este recurso de entrenamiento vocal y comparto mi receta para hacer el tuyo en casa. 

Qué es el Lax Vox

Lax Vox es el nombre de un recurso de acondicionamiento vocal y también del método que le da origen, creados por la logopeda finlandesa Marketta Sihvo. 

Incorporar el Lax Vox a tu entrenamiento vocal ayuda a hablar economizando esfuerzos, con voz eficiente, buena resonancia y buen flujo y por eso, es un gran amigo de cantoras y cantores, actrices y actores, docentes y cualquier persona que use la voz de manera profesional.

El Lax Vox consiste, muy básicamente, en un recipiente que contiene agua (similar a una botella pequeña), al que ingresan dos mangueritas de distinto diámetro a modo de “boquillas”, por las que se sopla alternadamente para ejercitar con la resistencia que opone el líquido.

Para qué sirve el Lax Vox

El Lax Vox es una herramienta simple para corregir y facilitar la función del mecanismo vocal en poco tiempo. Al soplar por una de sus mangueritas (con o sin sonido), la resistencia que ejerce el agua ayuda a ensanchar el tracto vocal, evitando tensiones nocivas en la zona laríngea. La interacción de la respiración, la fonación y la postura que ocurre al usarlo ayuda a tomar consciencia de forma holística sobre cómo producir una voz saludable.

Sus aplicaciones son variadas y pueden ser:

  • Preventivas, para desarrollar conductas vocales saludables o evitar que reaparezcan problemas de salud ya resueltos. 
  • Terapéuticas, como complemento a otras técnicas de rehabilitación vocal. 
  • Como calentamiento vocal.
  • Como relajación vocal.
  • Para mejorar el equilibrio fonatorio y la colocación de la voz.


Esta última función es la que más uso. Por decirlo de un modo sencillo, el Lax Vox me sirve de “shorcut”, de atajo fisiológico a los resultados vocales que suelo lograr luego de vocalizar largo y tendido. Aunque no reemplaza otras técnicas vocales, complementa mi vida vocal: me ahorra tiempo al calentar y colocar la voz, agiliza mi disposición muscular, me ordena, agiliza, aclara. Lo dejo cerca de los lugares donde paso más ratos del día. Al tenerlo a mano, le doy un uso más eficiente: menos tiempo, pero varias veces al día.

Ejercicios para hacer con el Lax Vox

Te propongo acá tres tipos de ejercicios para hacer con el Lax Vox y te invito a explorar los tuyos. Hay un montón de videos disponibles de profesores de canto y foniatras de todo el mundo que le dan un uso variado e interesante. Eso sí: antes de empezar, asegurate de que tu voz está sana. Si tenés dudas, consultá con un/a profesional.

Calentamiento

Con aire: busco burbujas suaves y parejas, durante toda la exhalación. Nunca uso “el aire hasta el final”, ese momento en el que parece que con la bici agarramos el camino de empedrado. Siempre deber ser cómodo, aeróbico, repetible. También reviso de no estar mareándome a lo largo de varias repeticiones. La hiperventilación siempre puede ocurrir en ejercicios de respiración rápida/profunda.

Entramiento y vocalización

En nuestra vocalización diaria, incluir “repeticiones sopladas” para dejar que el Lax Vox proponga cantidades de aire, cantidades de trabajo y ordene este movimiento repetitivo por el registro cantado.

Estudio

Sin notas

Recito el texto en frases cortas, primero con y luego sin el Lax Vox. 

 

Melodía con una vocal 

Busco la melodía que debo estudiar en piano u otro instrumento de referencia. Elijo un ritmo respiratorio cómodo, a una velocidad media (lo canto “lento”). Canto la melodía usando una sola vocal en el Lax Vox, inhalo y repito sin el Lax Vox. La vocalizo en su tonalidad, y también en sus tonalidades vecinas: dos medios tonos para arriba y dos medios tonos para abajo. Modulo medio tono para arriba, repito las dos pasadas (con y sin el Lax Vox). Cuando termino de ascender, empiezo a descender y vuelvo a repetir todo el proceso. Llevo mi melodía entonces a pasear por las tonalidades aledañas, la dejo acomodarse con holgura, las veces que hagan falta.

Si estoy muy lejos del tempo real, me fijo de ir acercándome a medida que avanzan las repeticiones (apuro de a poco, que no quede muy lejos de la velocidad original).

 

Melodía con todas las vocales

Una vez sabidas corporalmente las notas, busco articular la letra cantando solo las vocales, sin las consonantes. Cuando paso las vocales en el Lax Vox, articulo con la lengua (los labios están ocupados en la manguera) y en la repetición sin el Lax Vox agrego los labios. 

En las repeticiones, aprovecho y repaso las combinaciones de vocales de las diferentes letras. En el caso de cancionistas como yo, repaso letras de estrofas y estribillos. 

 

Melodía con letra y tempo

Luego de cantar las notas con vocales, agrego consonantes. Con el trabajo de articulación de letra completo, recién ahí defino las respiraciones para cada frase cantada. Este es el momento de revisar con metrónomo si estoy en la velocidad exacta deseada.

Cómo hacer tu Lax Vox en casa

Esta es una receta casera con material reutilizado (sin comprar el artefacto original, que a la Argentina aún no llega). Por eso, el ancho de la botella y de las mangueras que podemos conseguir varía, con lo cual también varían los centímetros que debe hundirse la manguera “idealmente”. Cada quien irá probando combinaciones de profundidades con anchos de manguera, trabajando con las diferentes resistencias que ofrece el agua.

laxvox

Vas a necesitar

  • 2 mangueritas transparentes: una manguera de PVC de 35cm de largo y 8 a 10 mm de diámetro interno (manguera A) y una manguera de PVC de 35cm de largo, 10 a 12 mm de diámetro interno (manguera B). Se consiguen en ferreterías como “manguera de aire acondicionado”, “manguera cristal”, “manguera de PVC transparente” ó “manguera silicona atóxica”. Ojo que no sirve un tubo rígido (recto); debe poder curvarse anatómicamente.
  • 1 botella plástica chica (500 cm3) preferentemente de tapa plástica ancha (tipo Gatorade), para poder perforar las dos medidas en la misma tapa. Si usás una botella de tapa chica (como las regulares de agua mineral), podrías tener dos tapitas, una por cada tamaño de manguera. Cada manguera queda agarrada a su tapa, y las vas alternando. La tapa no debe deformar la forma natural de la manguera.
  • Agua suficiente para llenar 2/3 de la botella.

Instrucciones

  1. Perforá la tapa de la botella con un clavo caliente, una pinza o una perforadora.
  2. Insertá las mangueras en los agujeros a la misma altura. Llená la botella con 2/3 de agua y tapala.
  3. Regulá la profundidad a la que están sumergidas las mangueritas en el agua para que te quede cómoda.  Podés empezar con 1 a 2 cm de profundidad al principio e ir probando diferentes profundidades.


Te recomiendo hacer una línea con marcador indeleble en la botella para indicar “hasta dónde de agua” (según nuestro largo de manguera) o “hasta dónde hundo la manguera”. Son datos que ahorran tiempo al momento de higienizar el aparato y volverlo a armar. Podés hacer más de una marca pensando en dos niveles de trabajo: “calentamiento” (manguera más angosta, hundida poco) y “entrenamiento” (manguera más ancha hundida más). Esto colabora para el armado de rutinas personalizadas, por ejemplo: por las mañanas 5 minutos de melodías en modo “calentamiento” y luego 10 minutos en modo “entrenamiento”.

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